lunes, 4 de febrero de 2008

Generación del 27

Los movimientos de vanguardia

Estos movimientos culturales rompen con las tendencias artísticas anteriores. Rechazan las formas tradicionales; buscan y proponen nuevas formas expresivas. Sus nombres generalmente terminan con el sufijo -ismo, como: Cubismo, Futurismo, Surrealismo, Creacionismo, Dadaísmo, entre otros.

La Generación del 27

Se llama así a un conjunto de escritoresque hacia 1927 se reúnen para conmemorar los 300 años de la muerte de don Luis de Góngora y Argote. Esta generación conoce y emplea los recursos de las propuestas que derivan de los movimientos de vangarcia.
Juegan con todas sus posibilidades expresivas. Sin embargo, muchos autores prefieren quedarse con las ideas surrealistas. Las características más sobresalientes de esta generación:
· Preferencia por la poesía.
· Admiración a don Luis de Góngora y al Siglo de Oro español.
· Rescate de la poesía y de la música regionales y populares.
· Versificación libre: métrica y rima irregulares.
· Composiciones poéticas donde se combinan lo vanguardista y lo tradicional popular.

Uno de los exponentes de esta generación es Federico García Lorca.
Nació en Fuente Vaqueros, Granada, en 1898. Estudió Derecho y Filosofía. Vivió en Nueva York un breve tiempo. Dirigió una compañía de teatro ambulante conocida como "La Barraca". A través de esta compañía representaba varias de sus obras y de algunos clásicos por los pueblos. Fue fusilado en en su tierra natal a comienzos de la Guerra Civil, en el año 1936.
Escribió poesía y teatro. Sus obras poéticas más importantes: Libro de poemas, Poema del Cante Jondo, Romancero gitano, Poeta en Nueva York. Entre sus obras de teatro destacan: Mariana Pineda, La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre.

El siguiente es un Romance que pertenece el libro Romancero gitano.

ROMANCE DE LA LUNA, LUNA
(A Conchita García Lorca)

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
Cómo canta la zumaya,
¡ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

Miguel Hernández
Nació en Orihuela en 1910. Pertenecía a una familia de campesinos y, de pequeño, se ocupó de los trabajos propios del campo. Con veinticuatro años se fue a Madrid. Allí conoció a otros grandes poetas de su época. Fue soldado y participó en la Guerra Civil, del lado de los republicanos y, al terminar esta, fue condenado a muerte. Le rebajaron la pena a treinta años de cárcel; pero se enfermó de tuberculosis y murió en 1941. Sus primeros poemas son apasionados y llenos de ardor; pero, las experiencias de la guerra hacen que su poesía se convierta y sea más profunda y más sentida. Obras importantes son: El rayo que no cesa y Vientos del pueblo.

Guerra
La vejez de los pueblos.
El corazón sin dueño.
El amor sin objeto.
La hierba, el polvo, el cuervo.
¿Y la juventud?

En el ataúd.

El árbol solo y seco.
La mujer como un leño
de viudez sobre el lecho.
El odio sin remedio.
¿Y la juventud?

En el ataúd.

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